En este 8 de marzo de 2023, Día Internacional de Lucha de las Mujeres, nosotras, de la Marcha Mundial de las Mujeres, traemos a la memoria viva la lucha de las mujeres trabajadoras, que a inicios del siglo XX se levantaron como fuerte resistencia y oposición al capitalismo.
Para nosotras, que creemos en la solidaridad feminista internacional, recordar los orígenes de esta importante fecha en el calendario de las luchas feministas nos fortalece en el proceso permanente de construcción de nuestro feminismo popular y también de posicionarnos contra la cooptación de esta fecha por el neoliberalismo.
Vivimos un momento en que se ha reorganizado la ofensiva de la derecha global para consolidar el fascismo en todo el mundo, sea disputando las democracias o en la ofensiva de los poderes imperialistas y conservadores que intentan frenar los avances de la resistencia popular de las mujeres y los pueblos.
Denunciamos el poder corporativo de las empresas transnacionales extractivistas, a ejemplo de la industria de la guerra y las farmacéuticas, que controlan nuestros territorios, nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestros cuerpos, subjetividades y sexualidades.
Luchamos activamente contra el avance de los autoritarismos y las fuerzas conservadoras y fundamentalistas que han amenazado los derechos por los que luchamos. También las nuevas formas de colonialismo se reflejan en las políticas migratorias que refuerzan el racismo y la xenofobia, las fronteras, la criminalización de las personas refugiadas y el creciente bloqueo económico, político y financiero de los pueblos cuyos gobiernos no se pliegan a los intereses de este sistema depredador.
Las mujeres y los pueblos del mundo nunca han dejado de luchar incluso frente a los proyectos de asesinato y criminalización de los movimientos sociales. En este contexto, destacamos nuestras resistencias, alternativas y propuestas para transformar el mundo, poniendo la vida en el centro.
Seguimos defendiendo nuestros cuerpos y territorios en oposición a las dinámicas de mercantilización de la naturaleza, y apostamos por la soberanía alimentaria y la agroecología. Creemos que es posible establecer relaciones sociales en armonía con la naturaleza, basadas en la reciprocidad, donde los cuidados sean compartidos.
Somos un movimiento internacionalista y desde hace 25 años reafirmamos el poder de nuestra organización territorial, regional y global como fuerza de nuestra acción, a través de la organización popular, la educación popular y los procesos de comunicación feminista y popular, en la construcción de estrategias colectivas.
Hemos resistido y apostado a procesos que fortalecen las agendas feministas en alianza con otros movimientos sociales para la construcción de la soberanía popular, compartiendo nuestros saberes y prácticas.
Seguiremos en marcha para lograr cambios políticos, económicos y sociales y construir un mundo mejor para todos los pueblos. En este año en que realizaremos nuestro 13º Encuentro Internacional reafirmamos:
¡Fuerza feminista para transformar el mundo! ¡Hasta que todas seamos libres!