Nosotras mujeres de la Marcha Mundial reunidas en Bilbao, Euskal Herria en el nuestro 11º Encuentro Internacional con representantes de 36 países nos reafirmamos como feministas, anti-capitalistas, anti-colonialistas y anti-racistas y en permanente marcha hasta que todas seamos libres.
La lógica del capital y de la vida son absolutamente irreconciliables y nuestras respuestas como organización plural y diversa tienen que ser cada día más potentes de movilización en las calles y dentro de las bases populares.
Identificamos una reorganización del sistema capitalista que resulta en un resurgimiento del fascismo, del uso de la guerra, de la pérdida de derechos sociales y económicos. Las llamadas crisis no son más que justificaciones para los ajustes económicos, la pérdida de derechos, la privatización de la vida la desposesión de los cuerpos y la ocupación de los territorios. Las empresas transnacionales concentran cada vez más riqueza y poder, y generan destrucción de la naturaleza, violencia y expulsión de pueblos de los lugares en donde siempre vivieran. Grandes grupos económicos controlan las cadenas de valor, desde la extracción de materias primas, hasta la producción y la distribución de mercancías y servicios; y las transnacionales del agro-negocio que producen venenos y contaminan nuestros cuerpos y nuestras tierras.
Las políticas de ajuste se sostienen sobre el trabajo de las mujeres, repitiendo orientaciones ya conocidas, como la reducción del salario y gastos públicos, al mismo tiempo en que transfiere la responsabilidad de lo que llaman crisis a la población.
Asistimos a un asalto a los gobiernos que difieren del sistema hegemonía proponiendo alternativas al neoliberalismo y sus formas de concebir la vida, la democracia, la economía y en fin la distribución del poder y los recursos en el mundo.
Esta reorganización también significa un aumento de la violencia hacia las mujeres en toda su dimensión patriarcal, racista y colonialista cuyas manifestaciones más significativas son la agresión a los territorios, los cuerpos y comunidades para su control y expolio, lo que produce grandes desplazamientos, migraciones, refugiadas, tráfico de personas, explotación sexual, violencia contra las personas sexualmente diversas, militarización de la vida y muerte.
Desde nuestras resistencias en los territorios impulsamos experiencias políticas e económicas que enfrentan ese sistema afirmando la centralidad de la sostenibilidad de la vida. La construcción cotidiana de la auto organización, la solidaridad, la agroecología, la economía feminista y solidaria, la defensa de los comunes son estrategias para garantizar una vida “digna” y para construir la autonomía de las mujeres sobre el cuerpo, la sexualidad y una vida libre de la violencia racista y patriarcal.
Afirmamos que la auto-organización de las mujeres es nuestra estrategia de fortalecimiento como sujeto político que construye una fuerza mundial, en alianza con los movimientos que comparten con nosotras los valores para la lograr transformar el mundo.
Fortalecidas con los que construimos en este 11.o Encuentro Internacional hacemos un llamado a seguir nuestra marcha participando activamente en las luchas feministas de nuestros países, en la construcción de acciones de solidaridad; en los procesos de alianza.
Comenzamos hoy a organizar nuestra 5ª Acción Internacional en 2020. Reafirmamos el 24 de Abril día en que realizamos nuestras 24 horas de acción solidaria al largo de todo el mundo denunciando el papel de las transnacionales. Convocamos al conjunto de nuestro movimiento político a continuar con las movilizaciones para denunciar la violencia que sufrimos las mujeres y los ataques a nuestra vida y nuestros territorios que provocan migraciones forzadas tanto interiores como exteriores, construyendo alternativas desde la economía feminista que defiendan nuestras redes de sustentabilidad de la vida.
En sororidad feminista,
Resistimos para vivir, marchamos para transformar
Bilbo, October de 2018.