Rana Plaza

En 2013 cerca de 1.000 mujeres murieron y muchas otras sufrieron lesiones por el der- rumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh (Asia), donde trabajaban en condiciones inhumanas a cambio de un salario miserable. La noticia conmocionó al mundo. Las mu- jeres de la Marcha Mundial de las Mujeres unimos nuestras voces a las de otros movi- mientos sociales que exigen el fin de la impunidad de las empresas multinacionales y decretamos el 24 de abril como día de Solidaridad y Acción Mundial para recordar a las mártires de la vida cotidiana y denunciar la explotación y la expropiación del trabajo de las mujeres en las dinámicas de la economía mundial.

“Rana Plaza” no solo está en Asia, está en todos lados.

Este llamado a la acción solidaria ¡Rana Plaza está en todos lados! se produce mientras todavía nos intentamos reponer de la conmoción por la tragedia provocada por el ciclón Idai, que afectó a varios países del África subsahariana —Mozambique, Zambia y Zimbabwe—, donde destruyó ciudades y comunidades enteras y causó la muerte de centenares de personas. Hace también poco tiempo vivimos otra tragedia provocada por la ruptura de una represa de contención de residuos de la empresa minera Vale en Brumadinho, Minas Gerais (Brasil), que destruyó vidas y destruyó la naturaleza.

Somos conscientes de que estas tragedias tienen un mismo origen: el crimen de violen- cia ejercida contra la naturaleza por la acción impune de las empresas multinacionales que procuran con desenfreno el lucro para sus accionistas. Esta misma violencia se ejerce a través de la explotación del cuerpo y del trabajo de las mujeres para sostener este modelo económico patriarcal, capitalista, imperialista, colonialista, lesbófobo y transfobo. A su vez, este sistema, que es el principal responsable de las catástrofes, con- trola y manipula los esfuerzos colectivos de los procesos de recuperación de los daños causados por estos desastres criminales.

En esta Acción de Solidaridad del 24 de abril,

  • DENUNCIAMOS que las mujeres de la clase trabajadora, las mujeres rurales y camp- esinas, las mujeres negras y de color, las mujeres que habitan la denominada periferia, las mujeres lesbianas y trans, las mujeres con necesidades especiales y sus comunidades en todo el mundo se ven privadas de una vida y un trabajo dignos y son obligadas a vivir en un estado constante de alerta, en un estado de guerra y terror, y que muchas veces son forzadas a dejar sus territorios y sus vidas en busca de refugio y trabajo, en busca de la supervivencia en un mundo que todo lo resuelve construyendo muros y reforzando las fronteras;
  • DENUNCIAMOS todas las formas de violencia ejercida contra la mujeres y contra la naturaleza; denunciamos la división sexual del trabajo y el sistema que banaliza el traba- jo de las mujeres, que nos divide, estigmatiza, minusvalora y mutila; denunciamos las políticas de austeridad, las políticas reformistas que expropian tierra, medios de produc- ción y roban los derechos de la clase trabajadora.

Nosotras, mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres, en este día de Acción y Solidari- dad Feminista, llamamos a todas la mujeres, organizaciones de mujeres y a nuestras alianzas en todo el mundo para que tomemos las calles, denunciemos la dinámica de explotación del trabajo de las mujeres y realicemos acciones públicas que puedan alertar para el cambio.

  • REAFIRMAMOS que el trabajo de las mujeres cuenta y es parte integrante y funda- mental del sistema que genera y sostiene la vida en armonía con la naturaleza;
  • DEFENDEMOS que la economía mundial debe construirse y desarrollarse a partir de lo local, y debe sostenerse sobre principios de igualdad, justicia, paz, libertad y soli- daridad entre las mujeres en su más amplia diversidad y en su relación con los hombres en armonía con la naturaleza;

¡NADA SOBRE NOSOTRAS SIN NOSOTRAS! ¡Nuestro trabajo cuenta, nuestras vidas cuentan!