Cada 5 años una acción internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres nos convoca y moviliza a todas, conectando nuestros procesos organizativos y luchas a nivel local con la fuerza mundial del feminismo en movimiento. Las acciones internacionales son momentos de construcción y expresión de nuestras síntesis políticas, cuando articuladas desde lo local, lo regional y lo internacional presentamos nuestras denuncias y propuestas. Esa es la quinta acción internacional de la MMM, y será marcada por la resistencia a la ofensiva del capital contra la vida, al ascenso del conservadurismo y autoritarismo en diferentes partes del mundo. Nuestra resistencia marcha junto con nuestras propuestas y prácticas de construcción de fuerza, de auto organización de las mujeres, del feminismo como eje de alternativas sistémicas. En nuestra quinta acción internacional reforzaremos nuestro símbolo e identidad política, vamos a retomar nuestra memoria colectiva de dos décadas y avanzar en la construcción de la Marcha Mundial de las Mujeres como un movimiento permanente y en lucha: feminista, anticapitalista y antirracista.
Visiones que orientan la acción 2020
La Marcha Mundial de las Mujeres enfrenta el modelo capitalista, heteropatriarcal, racista, colonialista. El contexto actual está marcado por una nueva ofensiva conservadora y neoliberal sobre la vida, el territorio y el trabajo de las mujeres y de los pobres. Desde una mirada económica, la imposición de políticas de austeridad fiscal desmonta e impide políticas redistributivas y de bienestar, reforzando el poder del mercado sobre todas las esferas de la vida. La expansión del capitalismo financiero avanza sobre los territorios y pueblos con estructuras diversas del Estado y la democracia. La ofensiva neoliberal hoy tiene elementos diferentes del período anterior: ataca democracias, fortalece autoritarismos y el conservadurismo se presenta estrechamente ligado a proyectos de poder y control de los pueblos y de las mujeres.
Por eso no separamos los “valores morales” de las cuestiones económicas. En muchos lugares el capitalismo en su versión neoliberal utiliza el conservadurismo, exalta la maternidad para retirar parte de las mujeres del mundo considerado público y productivo: al mismo tiempo en que manipula tasas de desempleo, transfiere novamente para las mujeres, en los hogares, las responsabilidades de la reproducción social no cubiertas por las políticas públicas.
El feminismo ha crecido en fuerza y capacidad de movilización. Nos colocamos ante dos desafíos específicos en esta coyuntura: enfrentar las tendencias individualistas de dividir a las mujeres, fortaleciendo los procesos colectivos de auto-organización popular de las mujeres; e ir más allá de grandes movilizaciones, garantizando la permanencia y la ampliación de procesos organizativos enraizados.
Será a partir de nuestras voces diversas, colocando en el espacio público la realidad concreta de las mujeres, que derrotaremos el individualismo y la fragmentación.
Nuestra historia y nuestros procesos colectivos de construcción son nuestra fortaleza. La acción de 2020 tiene el desafío de recuperar esa historia y posicionarnos frente a esa coyuntura de muchos desafíos: Resistimos para vivir, marchamos para transformar es un lema que combina la resistencia con las propuestas y construcciones concretas de una sociedad basada en la igualdad, justicia, libertad, paz y solidaridad.
¿Frente a qué resistimos?
Las mujeres estamos bajo ataque. El fortalecimiento de la extrema derecha a nivel mundial, junto con el recrudecimiento del racismo y de la xenofobia, tiene como objetivo los cuerpos, deseos y vidas de las mujeres. Los representantes de las élites ponen en acción programas de austeridad y el poder del mercado ataca el sentido público de los Estados y la garantía de derechos. El autoritarismo y la violencia de la extrema derecha que crecen en el mundo revelan una agenda antifeminista que se presenta articulada con dinámicas de dominación y exploración en base a la clase y la raza.
La militarización y ejércitos transnacionales son herramientas bien conocidas de este modelo, que impone violencia, terror, violaciones y asesinatos sistemáticos a los pueblos y luchadoras/es sociales.
Las empresas transnacionales son agentes directos del capital y tienen más poder que nunca! Mientras la mayoría de la población está bajo ataque, las corporaciones continúan avanzando sobre los territorios, controlando y privatizando la tierra y utilizando la naturaleza como recurso inagotable de lucro. Hasta los procesos de la naturaleza, como la capacidad de absorción de gas carbono los vuelven una mercancía. Las iniciativas de “economía verde” se difunden en todos los países del mundo donde hay bosques. Estas permiten que empresas y países contaminantes continúen destruyendo la naturaleza pero transfieren la responsabilidad de preservarla a las comunidades, a través de créditos de carbono y del pago por servicios ambientales.
De la misma forma, las empresas transnacionales avanzan sobre el mundo del trabajo. Cada vez más, se esfuerzan para liberarse de las obligaciones laborales mientras explotan más a los y las trabajadoras. Es cada vez más común tener empleos precarios, sin derechos. La creciente digitalización del mundo del trabajo es una de las expresión de esta explotación. Sabemos que eso está conectado con el aumento del poder de las transnacionales, que anteponen el lucro por encima de todo.
Resistimos movilizadas, organizadas y en lucha
Como un movimiento feminista anti-capitalista, anti-patriarcal, anti-racista y decolonial, nuestra acción de 2020 tiene como desafío articular acciones que enfrenten directamente a las fuerzas de la derecha, autoritarias y neoliberales que se imponen en el poder político, con procesos antidemocráticos o en democracias controladas por el capital. Estas acciones deben cuestionar el poder de las transnacionales como agentes del capital que violan nuestros territorios y nuestros cuerpos, explotan nuestro trabajo y pretenden controlar nuestras vidas y formas de relacionarnos. Articular estos dos ejes en la resistencia es fundamental para que nuestra estrategia feminista anti-capitalista, anti-racista y decolonial tenga un impacto real en esta coyuntura
¿Por cuál transformación luchamos?
A partir de la autoorganización de las mujeres, luchamos para transformar radicalmente el mundo en que vivimos. La soberanía popular y autodeterminación de los pueblos son princípios de esta construcción. Transformamos el modelo de reproducción, producción y consumo por la soberanía alimentaria y la agroecología. Afirmamos la economía feminista como herramienta para colocar la sostenibilidad de la vida al centro de la organización social, luchamos por justicia climática, reivindicando y defendiendo los saberes y las formas de vida incompatibles con la lógica del capital. Defendemos los servicios públicos que apoyan y garantizan la reproducción social. Afirmamos la autonomía de las mujeres sobre sus vidas y cuerpos, lo que se vuelve realidad cuando es para todas.
La afirmación del mundo que estamos construyendo y en el cual queremos vivir; la denuncia de las fuerzas que dominan y destruyen; y las acciones de formación política y movilización deben combinarse en el diseño de nuestra acción en el 2020.
Nuestra acción de 2020 tiene como desafíos y objetivos:
- Posicionar nuestro feminismo en la coyuntura actual, contraponiéndose al feminismo domesticado por la ONU, al feminismo burgués, al feminismo individualista. Queremos afirmar el feminismo a partir de un sujeto colectivo, con acción en las calles y procesos permanentes de organización enraizada y popular, y que tiene la solidaridad internacionalista, entre los pueblos y las mujeres como princípio.
- Fortalecer nuestras alianzas estratégicas con los movimientos sociales en diálogo con las iniciativas que están en curso.
- Articular acciones en ámbito local, donde recuperamos procesos de resistencia y de organización regional y global a partir de este re-posicionamiento de la MMM.
- Mapear, evidenciar, crear alianzas y diálogos con/entre alternativas reales.
Formas de acción
- Combinar acciones de información/formación – denuncia – enunciación/afirmación de alternativas
- Organizar el calendario de acción con fechas que concretice los contenidos de la acción. Son fechas de referencia 18/02 – dia de la mujer saharaui (articular con lo que las CN de Africa están organizando); 08/03 – definir acción común que nos conecte como movimiento mundial en el día internacional de lucha de las mujeres; 24/04 – 24h de acción feminista; 17/10 – cierre.
Es necesario organizar las propuestas de fechas de acuerdo con las agendas políticas que marcan nuestra quinta acción: Por ejemplo, un día que enfoque en las transnacionales, un día que enfoque en evidenciar las alternativas, un día – o más de momentos de trabajo de base/formación, Plantones / encuentros / movilizaciones públicas, etc. Se puede pensar en 20 días de acción, en la organización de períodos de acción con ejes comunes. - Acciones nacionales, regionales y momento común internacional. Desafío de que las acciones – mismo locales – estén conectadas.
- Evaluar que se puede hacer como un momento internacional junto con la Escuela Feminista, prevista para agosto 2020, pero coordinadas por organizaciones más allá de la MMM.