La Plataforma de Mujeres para la Igualdad de Turquía, formada por 312 organizaciones de mujeres y LGBTI+, publicó a finales de agosto cinco peticiones urgentes para que se apliquen en ese país todas las disposiciones de la Convención de Estambul.
El comunicado es una reacción a la presión de los grupos conservadores y religiosos para que el país se retire de la Convención del Consejo de Europa sobre la Prevención y la Lucha a Violencia Contra las Mujeres y la Violencia Doméstica, firmada en 2011 en Estambul, y a la negativa del gobierno a escuchar la posición de los movimientos sobre el asunto.
«¡No renunciamos a ningún artículo de la Convención de Estambul! (…) Declaramos públicamente nuestras cinco demandas urgentes para que el gobierno las cumpla sin demora, en un esfuerzo para informar al público, a todos los partidos políticos, a todos los responsables de la toma de decisiones, y a todos los que quieran vivir en un estado democrático basado en el estado de derecho», dice la declaración. Las demandas son las siguientes:
«1. Dejar de destruir la igualdad de nuestros derechos ciudadanos; 2. poner fin a las conversaciones y acciones que amenazan nuestros derechos tan duramente ganados; 3. implementar un plan de acción de emergencia hacia la realización de nuestro derecho a un vida sin violencia en el hogar, en el trabajo, en la calle y en todos los aspectos de la vida; 4. hacer que el sistema educativo sea igualitario, no discriminatorio, científico y gratuito para todos; 5. aplicar políticas eficaces para proporcionar igualdad de oportunidades de empleo, guarderías y mecanismos para prevenir la violencia en el lugar de trabajo.»
La Marcha Mundial de las Mujeres forma parte de la Plataforma y, como en otros países, lucha contra el retroceso que los gobiernos y los conservadores pretenden imponer a los derechos de las mujeres y por una vida llena de paz y esperanza, y en la que seamos iguales y libres.