Desde la Marcha Mundial de las Mujeres, enviamos nuestra voz de protesta y repudio ante el gobierno colombiano liderado por Duque y sus fuerzas policiales represivas que atacan, sin piedad, a los manifestantes que salen a las calles a protestar por las medidas institucionales que atentan contra los derechos ciudadanos, que han derivado en una gran demanda nacional por todas las injusticias acumuladas durante décadas en el país hermano.
Enviamos toda nuestra solidaridad hacia el pueblo colombiano, a las mujeres y jóvenes que sorteando los obstáculos y exponiendo sus cuerpos se enfrentan a un régimen represivo y militar que viola todas las garantías de vida de la población que ejerce de manera legítima el derecho a la protesta.
Las protestas, que comenzaron el pasado 28 de abril, por millones de personas en todo el territorio, se iniciaron en oposición a una reforma tributaria, que buscaba agregar impuestos a los productos de primera necesidad y servicios públicos que en tiempos de pandemia solo consiguen precarizar más la vida y profundizar las desigualdades en el país. Como no hubo respuesta de parte del gobierno el pueblo colombiano decide continuar en paro permanente.
Si bien el gobierno colombiano retiro esta reforma, la ciudadanía continua manifestándose por que el descontento a tantas situaciones de inequidades, privatizaciones a la salud, la educación, persecuciones a dirigentes sociales y no respeto al acuerdo por la paz, con asesinatos de ex – líderes que firmaron esos pactos evidencian una escalada criminal que se expande y se perpetua en los gobiernos neoliberales que defienden el capitalismo fascista en América latina.
En esta ola de violencia, que lleva ocho días, se han asesinado a 37 personas, en su mayoría jóvenes; se reportan cerca de mil detenciones arbitrarias, con un alto porcentaje de violencia física por parte de las fuerzas policiales; 21 personas con daño ocular y 10 mujeres víctimas de violencia sexual. Hemos visto poblaciones que han sido evacuadas producto de gases contaminantes lanzados desde el aíre, donde las mujeres y los niños/as sufren las principales consecuencias.
Otra situación que impacta a la ciudadanía en general y a los observadores de derechos humanos nacionales e internacionales es que ante situaciones de emergencias, que se provocan en las manifestaciones populares, debe respetarse el derecho a la atención de primeros auxilios y servicios médicos que sean necesarios en condiciones de gravedad extrema, y a estas brigadas de atención no se les ha permitido el acceso `para brindar las atenciones de humanidad que requiere la población.
Por todos estos hechos es que la Marcha Mundial de las Mujeres reafirma nuestro compromiso con la justicia, el legítimo derecho a la defensa de la vida y el respeto a las manifestaciones que claman por un mundo mejor y más equitativo.
Nos solidarizamos con las mujeres abusadas. Las organizaciones feministas y de mujeres que integramos nuestro movimiento mundial exigimos justicia para los culpables de estos hechos deleznables y los crímenes perpetuados en este periodo. La comunidad internacional y las instituciones de derechos humanos no pueden permanecer al margen de acciones deliberadas que ejerce el poder gubernamental.
Exigimos Juicio y castigo para Duque.
Seguiremos en Marcha hasta que todos y todas seamos libres.
Marcha Mundial de las Mujeres