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En Jerusalén, Lod y Gaza, el estado sionista fascista está cometiendo hoy nuevos crímenes y masacres. Este estado sionista está armando a los colonos sionistas para que continúen la «limpieza étnica» de Palestina, iniciada en 1920 por varias milicias sionistas.
Desde la invasión y anexión ilegal de Jerusalén por parte del estado sionista en 1967 -actos condenados por todos los organismos internacionales-, el pueblo palestino, propietario de la tierra, ha resistido al desplazamiento y a la deportación de familias. Cientos de familias palestinas de Jerusalén, especialmente en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan, han sido testigos de la destrucción de sus hogares por parte del ejército colonial o de la amenaza de expulsión. El 7 de mayo, los soldados coloniales israelíes invadieron el barrio de Sheikh Jarrah, lo cerraron, expulsaron a sus residentes y los entregaron a las legiones coloniales que organizan ataques contra los residentes.
Al mismo tiempo, el ejército israelí y los fanáticos fascistas judíos -representados en el parlamento israelí por Netanyahu y el partido fascista Lahava, entre otros- incrementan sus ataques contra los hombres y mujeres palestinos de la ciudad. Pandillas sionistas armadas gritan «muerte a los árabes», impiden la entrada a la ciudad vieja de Jerusalén y a los lugares sagrados durante el Ramadán, y llaman a matar a los palestinos.
El ejército colonial ocupa la Puerta de Damasco, una de las entradas a la ciudad vieja, negando el acceso a la población palestina. El 7 de mayo, soldados israelíes entraron en la explanada de la mezquita, donde estaban reunidos 70 mil fieles, y los golpearon y dispararon. Cientos de personas resultaron heridas, la mayoría de ellas en la cabeza, por balas de metal recubiertas de goma. El ejército colonial israelí (que incluye a cientos de franceses) invadió una clínica de la Media Luna Roja y disparó gases lacrimógenos en las salas de tratamiento.
La llamada «comunidad internacional» condenará sin duda la «violencia», y los estados imperialistas y los que establecieron la ideología sionista -leales al estado colonial israelí- condenarán su repugnante brutalidad y sus «enfrentamientos» y expresarán a través de la voz de sus observadores mediáticos la necesidad de garantizar la «seguridad de Israel».
Debemos denunciar más que nunca al «Estado» de Israel como lo que es: un «Estado» colonial terrorista y fascista. Debemos denunciar la colaboración y cooperación de los países con esa colonia fascista sionista.
Nuestra solidaridad con el heroico pueblo palestino debe ser, más que nunca, activa, duradera e inquebrantable con su resistencia. De Gaza asediada a Hebrón, de Nablus a Yenín, de Birzeit a Belén, de Haifa a Jaffa y de Nazaret a Jerusalén, ¡la resistencia es victoriosa y prevalecerá!
Argelia ganó, Vietnam ganó, ¡Palestina vencerá y triunfará!
Libertad para toda Palestina, por el retorno de todos los refugiados palestinos a sus hogares y tierras.
¡Viva Palestina y su capital, Jerusalén!
¡Seguiremos en marcha hasta que se liberen todas las tierras de Palestina!
Marcha Mundial de las Mujeres