Seguimos organizándonos

Las coordinaciones de la Marcha Mundial de las Mujeres en Europa se han movilizado desde marzo, cuando se lanzó nuestra 5ª Acción Internacional, con actividades en las redes y en las calles. Las noticias enviadas por las compañeras de Euzkal Herria y Neuchatel nos muestran cómo, con la llegada de la pandemia, continuó la movilización, respondiendo a los desafíos de la situación y planificando acciones para el futuro. ¡Seguiremos marchando hasta que todas seamos libres!

En Euzkal Herria, el pasado 8 de marzo la MMM dava las primeras noticias sobre la 5ª Acción Internacional, coincidiendo también con el 20 aniversario de la Marcha. Desde meses antes, a finales del 2019, las compañeras comenzaron a trabajar, con la intención de abrir un proceso de creación y construcción colectiva para desarrollar la 5ª Acción Internacional. En medio de toda la organización apareció la Covid-19 y la sucesiva crisis. Parte del proceso para la elaboración de la 5ª Acción se pospuso pero las mujeres llevaron a cabo varias acciones para mantenerse activas y en contacto.

En el 30 de marzo, “Día Internacional de las Trabajadoras de Hogar”: junto con otros dos colectivos feministas (Trabajadoras No Domesticadas y Lurgatz Anoetako talde feminista) llevaron a cabo una campaña en las redes para visibilizar y solidarizarse con la lucha y la realidad del trabajo y las trabajadoras de hogar. El 24 de abril, 24h de Solidaridad Feminista contra el Poder y la Impunidad de las Transnacionales, además de una campaña en redes, organizaron un conversatorio (“EMAKUMEAK* ERRESISTENTZIAN! Oihalgintzako langileak kapitala eta bizitzaren arteko gatakaren aurrean”) con compañeras que hablaron sobre las transnacionales, en especial de la industria textil, y el impacto sobre los cuerpos y vidas de las mujeres, desde diferentes perspectivas, entre ellas, el de las propias trabajadoras del Sur y Norte global.

La situación de confinamiento no ha impedido a las compañeras seguir desarrollando el trabajo político. «Nos encerraron en nuestras casas, pero sabemos que el problema no es el virus. El problema es el sistema capitalista, heteropatriarcal, colonial y racista que nos mata y nos sigue oprimiendo, también antes de la crisis sanitaria. Por eso, nos hemos seguido organizando, y buscando nuevas formas de movilización, en las redes, desde nuestros balcones, e incluso en la calle», dicen las compañeras.

En el período de movilidad restringida, en Euskal Herria han asesinado a tres mujeres. En el primero y doble asesinato machista, las mujeres salieron a los balcones a expresar su rabia y hastío, con cacerolas y sirenas. El 6 de mayo, se repitieron las caceroladas en las ventanas y también ya había mayor flexibilidad para las salidas. Las compañeras empezaran a llevar a las calles su malestar mediante carteles, petos, pancartas. Con el estallido de la crisis sanitaria, ante un empeoramiento a todos los niveles, varios colectivos y mujeres del Movimiento Feminista de Euskal Herria vieron la necesidad de exigir a las instituciones una gestión de los recursos donde los cuidados, ejercidos en su abrumadora mayoría por mujeres (tanto aquellos que son pagados, como los que no lo son) fuesen tenidos en cuenta, de cara a vertebrar desde este lugar una respuesta que atendiese a las necesidades de las personas más vulnerables y maltratadas. Se realizó un dossier (partiendo de los aportes de más de una veintena de grupos feministas y otros agentes sociales, sindicales y políticos), y se lo presentó en una multitudinaria asamblea virtual con más de 150 mujeres.

En Suiza, como en el resto del mundo, la Covid-19 ha puesto a las mujeres al frente de la lucha contra la pandemia. Nadie lo puede negar: sin ellas, sin su trabajo siete días a la semana, 24 horas al día, la supervivencia era inimaginable. Este trabajo es esencial para nuestras vidas y para el funcionamiento de la sociedad en su conjunto, pero el capitalismo patriarcal no lo reconoce. Peor aún, todo indica que las mujeres, especialmente las migrantes, refugiadas, solicitantes de asilo e inmigrantes indocumentados, pagarán un alto precio en la crisis posterior a la crisis de la pandemia. La discriminación, la violencia, la explotación y la opresión sexistas y racistas que en junio de 2019 llevaron a cientos de miles de mujeres a participar en la huelga de mujeres en Suiza se agrava ahora.

Debido a las restricciones impuestas por la pandemia, las movilizaciones para la huelga de este año no pudieron alcanzar un nivel comparable al del año pasado, pero en todas las ciudades suizas, mujeres de todas las generaciones, orientaciones sexuales y orígenes respondieron como al llamamiento colectivo a una huelga feminista. «Precisamente a las 3:24 p.m. hubo un intenso grito de ira por todas partes. Los numerosos eslóganes escritos en paneles improvisados atestiguan que la determinación de organizarse de manera que no se limite a una simple denuncia de la injusticia y la violencia está intacta. No nos rendiremos. No hay vuelta a la norma machista. Con o sin el coronavirus, ¡estaremos allí! ¡El cambio es ahora! ¡La pandemia de Covid-19 no disminuye nuestra voluntad de resistir para vivir ni nuestra determinación de marchar para transformar!»

Debido a la pandemia, el cierre de la 5ª Acción Internacional de la MMM el 17 de octubre de 2020 no podrá tomar la forma prevista en Europa de una movilización feminista en la frontera francoitaliana de Menton-Ventimiglia para denunciar las políticas asesinas de la migración. «No abandonamos este proyecto porque la industria de los muros contra la que luchamos es más asesina que nunca. Millones de personas se lanzan al exilio con la esperanza de escapar de la guerra, el hambre y la violencia. Nada ni nadie se ahorra para salvar el beneficio de una minoría (1%) que domina el mundo (99%)», dicen las camaradas. «La pandemia agrava la situación, pero también agudiza nuestra voluntad de resistir y luchar para derribar todos los muros que se oponen a los derechos de las mujeres y los pueblos». Las actividades de clausura de la 5ª Acción en Suiza se rediseñarán, siempre con el objetivo de denunciar las políticas de criminalización de la movilidad, encarnadas en los cierres de fronteras, con efectos especialmente perjudiciales para las mujeres y las personas LGBTQI+ en camino al exilio.

¡Resistimos para vivir, marchamos para transformar!
Boletín de Enlace – Julio 2020