Hacia el cierre de nuestra 5ª Acción Internacional

En este momento, los países y territorios en los que se organiza la Marcha Mundial de las Mujeres celebran debates y talleres para contribuir a la declaración de clausura de la Quinta Acción Internacional. En la semana de clausura, divulgaremos la plataforma de la 5ª Acción Internacional, con nuestras alternativas al sistema capitalista heteropatriarcal, racista y colonial.

No queremos volver a lo que se llama «normal». Necesitamos una recuperación justa de la crisis económica y de la pandemia, una recuperación basada en la solidaridad y que aborde las causas sistémicas de estas crisis. Al final de la 5ª Acción Internacional, priorizaremos el tema de las alternativas feministas, desde el punto de vista de la economía feminista, y las respuestas que venimos construyendo desde hace años en nuestras luchas y territorios.

Nos manifestamos contra el poder y la impunidad de las corporaciones transnacionales. Las empresas transnacionales acumulan hoy en día más recursos que muchos países y sus propietarios se enriquecieron aún más en tiempos de pandemia. El poder corporativo tiene muchos instrumentos a su disposición para poner a los Estados y sus recursos al servicio del lucro y no de la vida de las personas, como los tratados comerciales y de «inversión» y los programas de «ayuda» que endeudan a los Estados y condicionan sus políticas. Resistimos la financiarización y la precariedad de la vida, apostamos por el fortalecimiento de la economía real. Marchamos para transformar los modelos de organización del trabajo en formas de producir vida con igualdad, derechos y dignidad.

Denunciamos las causas y consecuencias de la migración. Denunciamos el papel de la industria armamentista en la continuación de los conflictos y la militarización y en la manipulación de las políticas gubernamentales para este fin, así como de los gobiernos y las corporaciones transnacionales que se benefician económicamente de los conflictos (control de los recursos naturales – petróleo, agua, minerales, entre otros) en su propio territorio o en el de otros. Denunciamos el racismo, la falta de seguridad y la explotación a través del trabajo precario que enfrentan las mujeres migrantes. Defendemos el derecho a la autodeterminación de los pueblos y marchamos en solidaridad internacionalista.

Ancladas en nuestra experiencia feminista de lucha y rebelión, enfrentamos la oleada autoritaria y reaccionaria del capital: ¡resistimos para vivir! Desde nuestras prácticas, utopías y esperanzas, marchamos para transformar!