En el Brasil, Filipinas, el Pakistán y Turquía, las mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres participan en movimientos contra la violencia y los reveses y a favor de los derechos. En el Brasil, Filipinas, el Pakistán y Turquía, las mujeres de la Marcha Mundial de las Mujeres participan en movimientos contra la violencia y los reveses y a favor de los derechos. Resistimos para vivir, marchamos para transformar!
En Brasil, el Frente Nacional contra la Criminalización de la Mujer y por la Legalización del Aborto lanzó la campaña Alerta Feminista, contra el pacto de las fuerzas de ultraderecha de destruir los servicios de aborto legal que atienden a las mujeres y niñas víctimas de violencia en el sistema de salud pública (SUS). El objetivo de estas fuerzas, que forman parte del gobierno de Bolsonaro, es criminalizar totalmente la práctica del aborto en Brasil. Los movimientos de mujeres denuncian esta ofensiva neoliberal fundamentalista. Por «una acción feminista, antirracista, contra todo tipo de opresión, por los derechos, por vidas libres de violencia, en la firme defensa de la lucha por la legalización del aborto y por la Justicia Reproductiva», dice la campaña, que convoca a una manifestación callejera en el 28 de septiembre, Día de la Lucha por la Despenalización y Legalización del Aborto.
En Pakistán, la Marcha se manifestó con la sociedad civil contra la violencia y la apatía de la policía tras la violación en grupo de una mujer cuyo coche, en el que iba con sus dos hijos, se quedó sin gasolina en una autopista de Lahore.
En Filipinas, una de las luchas es contra la Ley Antiterror. Un frente de organizaciones de mujeres presentó una 37ª petición contra la Ley Antiterror, firmada por 11 organizaciones de mujeres y 16 mujeres individuales de diferentes sectores. (Médicas, escritoras, periodistas, profesoras, estudiantes, poetas, abogadas, defensoras de los derechos humanos, cineastas/compositoras, líderezas sectoriales).
«Durante la presentación, fuimos hostigadas, amenazadas, rodeadas por más o menos 30 policías. Pero nos mantuvimos firmes; sin ser intimidadas. La Ley Antiterrorista pretende silenciar las críticas. El silencio genera impunidad.La impunidad engendra violencia», escribieron. «Así, no seremos silenciadas. Resistiremos y persistiremos».
En Turquía, la Plataforma de Mujeres para la Igualdad de Turquía, formada por 312 organizaciones de mujeres y LGBTI+, publicó a finales de agosto cinco peticiones urgentes para que todas las disposiciones de la Convención de Estambul se apliquen en ese país. La declaración es una reacción a la presión de los grupos conservadores y religiosos para que el país se retire de la Convención del Consejo de Europa sobre la prevención y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, firmada en 2011 en Estambul, y a la negativa del gobierno a escuchar la posición de los movimientos sobre el asunto.